Entrar en el Tíbet no es fácil. Desde que en 1956 los chinos lo ocuparan, se ha convertido en un territorio hostil. No te conceden el visado fácilmente (aunque sea de turismo) y no se puede entrar en los templos, ni estar por allí sin un guía. Hay controles por la carretera y una impresionante presencia militar en las calles y templos. Es por eso que tuvimos que contratar un tour para poder visitarlo. Nosotros no hemos estado en China (aunque así conste) sino que hemos visitado un pueblo sometido al que deseamos que recupere su pacifismo y libertad… aunque no lo vemos fácil.
En la frontera de Nepal-Tíbet empezamos a sentir cómo los chinos nos trataban con aires de superioridad, y prepotencia despótica. Nos tuvieron una hora esperando en la frontera porque era la hora del almuerzo (y nos son capaces de ir a comer por turnos como el resto del mundo).La aduana llega a ser sicótica; nos registraron una por una las maletas hojeando los libros y arrancando aquellas páginas que hablaban del Dalai Lama, o tuviesen fotos de él o simplemente hablasen del Tíbet (por supuesto están prohibidas las guías Lonely Planet), ahora lo fliparon con la revista de surf de Ignacio, no sabían lo que era aquello. Ningún chino habla inglés (incluso en la frontera o en la terminal internacional del aeropuerto como el de Lhasa…) por lo que te hablan en chino mandarino y tú te quedas mirándolos y pensando lo ridículos que son. Era increíble ver cómo cientos de camiones, en vez de cruzar la frontera rodando, descargaban su mercancía para volverla a cargarla al otro lado de la frontera. Todo ello a las espaldas de los pobres nepalíes y tibetanos que se peleaban por cargar los bultos como animales. Los chinos les hacían esperar cola a pesar de llevar decenas de kilos a sus espaldas.
Por último queremos deciros que hemos vivido la censura de internet (este mismo blog que estáis leyendo está bloqueado y la pagina de la casa de Ignacio también, por supuesto facebook, etc, etc, etc), hemos vivido las grandes mentiras que los chinos obligan a contar a los turistas y la opresión al pueblo tibetano.
Y chinos a parte ahí va nuestra experiencia en el Tibet
Es un sitio súper extremo, quizá el más remoto que hayamos estado nunca. Imaginad un país donde su ciudad principal queda más alta que el Mulhacen, (ni pollas, abe?) por lo que puertos de montaña por encima de los 5.000 m son habituales. Esto se traduce en; frío, sequedad, mucho menos oxigeno, menos filtro solar, vientos fortísimos, un gradiente térmico día-noche de más de 20 grados... con sus consecuencias en el organismo que el 80% de los que íbamos hemos padecido (algún americano incluso ha estado grave y ha necesitado botellas de oxigeno).
¿Entonces por qué la gente va al Tíbet? ¿Qué hacen allí dos culebras?
Pues porque es alucinante. Es tan extremo como bonito, tan primitivo como interesante, tan remoto como autentico y tan económicamente pobre como culturalmente rico. La verdad es que no hemos parado de preguntarnos por qué los chinos quieren ese pedazo de tierra. De acuerdo que es enorme, pero con una altitud media de 4.000 m y un clima tan duro, es muy difícil vivir; de hecho después de la ocupación mandaron a vivir a muchos colonos chinos y morían en grandes cantidades. No hay árboles, ni tierra fértil, ni es lluvioso, ni parece que haya petróleo, ni minería o por lo menos no se está explotando, no hay diversidad animal ni vegetal… es un desierto a 4.000 m… ellos sabrán. Aun así, ya hay en el Tíbet más población china que tibetana (La diáspora tibetana después de la ocupación ha supuesto que en el Tíbet quedan sólo unos dos millones y otros cuatro entre la India Nepal, y Suiza, como principales países de acogida). A los niños les enseñan chino y cultura china, a los monjes al ordenarse les hacen firmar un manifiesto en contra del Dalai Lama, Infiltran militares como monjes en los monasterios y presentan la historia erigiéndose libertadores del Tíbet… Al paso que va la cosa la gente de allí comenta que en 50 años se habrá diluido la cultura tibetana.
Las visitas son interesantísimas, pero te sientes un poco como viviendo la novela “1984” es absolutamente real lo de que “el gran hermano te vigila”. Aun así el viaje se disfruta mucho. Éramos un grupo de 20, de muchas nacionalidades, en cuatro coches todo terreno y en general hemos conectado estupendamente. Hemos comido Yak y desayunado tsampa con te de mantequilla, hemos experimentado sensaciones físicas muy intensas, hemos visitado lugares y paisajes inolvidables y hemos conocido la intensidad del budismo en primera persona.
jueves, 19 de noviembre de 2009
7 DIAS EN EL TIBET
Publicado por HISPANA en 8:24
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6 comentarios:
Cómo estáis pareja???aquí os seguimos desde málaga con los ojos bien abiertos y al tanto de vuestros comentarios educativos sobre las culturas que visitáis, no dejéis de pasarlo bien por todos los que nos quedamos aquí sumisos a la monotonía diaria y sin cojones de hacer el mínimo cambio en nuestras rutinas, besos de cristi y míos!!!!
Me alegra leer vuestras andadas por aqui y saber q lo estais pasando genial y viviendo esas vivencias tan fascinantes lo que me a encantado lo de la revista de surf de Ignacio(Desmon) eso me a encantado me gustaria ver la cara de los mandarinos y también como plasmas Hispana(Peni) tus palabras en el texto me encanta tus descripciones, muchos besos desde Conil el Paraiso
jooooooderrrr....menuda experiencia....
seguro que lo habies flipado...aunque debe ser muy duro estar en un sitio donde la libertad de expresión es un privilegio vetado...y observar con impotencia como la gente padece sin poder hacer nada...
las fotos son preciosas, menudos pros!
habeis tenido alguna problema con el tema del oxígeno? cómo os ha sentado estar a tanta altura??
espero más noticias vuestras!
besitos
nati
aaaaahhh! se me olvidabaa!
me ha encantado la foto del "pijama tibetano"
jajajajaja
estais sembraos!!!
me he descojonao leyendo los titulos que les habeis puesto a las fotos...jajajaja
Toma ya Hispi, que arte tienes describiendo. Pues tiene que ser increible entre las fotos y lo que nos cuentas, a mi me echan de alli de la frontera le empiezo a doblar al chino cómo a chiquito... nada bromas aparte...impresionante.
Tened cuidaito, y seguir culebreando por ahi...
besitos
gemma
Que pena por los tibetanos.
Por cierto, el té con mantequilla de leche de yak, ummm... me abre el apetito.
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